Se reagrupan los rebeldes…. de cuando Sucre descendió a Chimbacalle
Por las laderas que
dan al sur confundido
tropieza
y marcha,
Junto
al sol de la tarde se esconde
Sucre
Libertador desciende desnudo al frente de un batallón desierto:
Frágil
gota de obsidiana fresca que resplandece
Como
ilusión celeste en el celeste cielo…
El
susurro entre los pajonales el viento y el silencio,
No
es la selva sino la humanidad quien calla ahora
geografía
transformada en carnes que sus mapas no creen,
Surcos muestran
tiempos
en la
piel recostada
Figura
diáfana que busca sobrevivir en la sombra.
Como
brumoso sueño amaneciendo en el roció
Durante
el crepúsculo púrpura se revela en el horizonte,
Pisando
las orillas de bronce de una laguna que expande,
Una ciudad yuxtapuesta de atalayas
en vela.
Ya
oscuro,
cruza
los alambres y penetra por baldíos lotes,
a
un lugar que no conoce sin embargo presiente
Parece
escuchar las risas de las Moiras
Pero
son niños,
cuadras abajo, en el vagón del presidente
viejo, como el hambre que sienten
machacados por igual en la plaza
feligreses de una revolución fantasma
Ya
no teme y se siente cerca,
de
cumplir la misión eterna bajo el doliente cielo y
de
las marchas triunfales junto al compás viperino,
de la boa encantada por la
flauta Onix,
que
celebra el regresó de los exquisitos cadáveres de un príncipe
azul.
Afuera
del vagón Manuela espera y vende chicles
Adentro
con el fuego de un barril se calientan débiles,
Infrasoles
proletarios sin fábrica ni revolución
En
espera de noticias de Simón Simón.
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