Esperanza fue una persona en mi vida

 

Porque hay alguien que se descose 

que está deshilachado y roto 

He de venir y hasta que reviente,

entre trapo y trapo

calcar como extingue

 

su bandera que busca su asta y nombre

como si la descripción precisa,

al ser escrita, nos permitiese llegar

a dónde no quisimos pero hemos sido. 

 

Con muecas de muñecos

preguntándole a dios por música y comida. 

 

Tengo una tarjeta de crédito y pienso usarla 

cada vez que le extraen un sentido el mundo

ya no le puedo inventar otro. 

 

Pero hay alguien que cuece patatas 

para convertirlas en papas

y aprieta el tenedor tirando brisas de sal

pimentar, mientras enfría espera

 

ves tus hombros 

y ya con el cabello tan largo que te los toca,

zurces unas hombreras amarillas para el traje

de un botones, que también remendó

un largo uniforme durante años azul turquesa

 

Inmediatamente después, 

antes de que el mediodía avance, 

enciendes un cigarrillo 

y en cada calada pides dos oraciones:

No torcer tu sonrisa.

Cansarse y descansar. 

 

Hay alguien, cuyas manos no son iguales

ni sus dedos, que apretados contra la bayeta

contra las rejas,

contra otros dedos cruzados

construyen la vida que pueden vivir.

 

No me llames hermano. 

No me toques, 

No te acerques

 

Llevo un arma blanca y pienso usarla.